Todos somos conscientes de la importancia que tienen a día de hoy las redes sociales. Una manera de comunicarse, de expresar e incluso de informarse que ha ido teniendo distintos protagonistas a lo largo de las dos últimas décadas.
Facebook, Tuenti, Twitter, Snapchat, Instagram y ahora Tik Tok. Estos datos no hacen otra cosa que demostrar que todo se trata de modas. De tendencias puntuales. Sin embargo, lo cierto, es que a día de hoy la última de ellas, la recién llegada Tik Tok es la que acapara todos los titulares. La razón es bien sencilla. Los jóvenes la han tomado como su red social de cabecera.
Una subida que no tiene fin
No lo decimos nosotros. Lo dicen los datos. Sin ir más lejos, el 85% de los jóvenes españoles (aquellos que se sitúan por debajo de los 24 años de edad) reconocen que están enganchados a Tik Tok. De hecho son varias las horas que pueden estar a lo largo del día viendo y creando vídeos.
De hecho, tal es el auge de Tik Tok que al igual que sucede con Instagram o YouTube ya son muchos las personas las que han pasado a denominarse “tiktokers” por la gran cantidad de contenido que suben y por la masa de seguidores que tienen cifrada incluso en millones de personas.
¿Cómo aprovechar esta tendencia desde el punto de vista académico?
Desde siempre las marcas, y así cualquier tipo de negocio, han tenido una máxima que no es otra que la de adaptarse a los nuevos tiempos si lo que quieren es sobrevivir y poder seguir captando clientes.
Pues bien, dentro del mundo docente esto no es algo ajeno. Las academias y los centros de formación pueden utilizar esta potente herramienta para poder acercarse a los más jóvenes. Eso sí, la pregunta es cómo.
Publicaciones cortas en formato vídeo
Hoy en día ya se sabe que YouTube es el segundo buscador más importante del mundo. ¿Qué quiere esto decir? Que el formato vídeo se está imponiendo. De ahí que para conectar con los estudiantes que utilizan Tik Tok haya que hacer un esfuerzo y crear un buen contenido dentro de este formato.
Un contenido que no debe exceder los 15 segundos ya que de lo que se trata es de buscar un pequeño impacto. Un impacto que tiene una segunda fase muy bien definida que no es otra que la interacción.
En la búsqueda de la interacción
Precisamente de la interacción con el público es de lo que vamos a hablar en estas líneas. Ahora ya no vale solo con retener a un estudiante frente a un vídeo. Ahora hay que captar su interés para que interactúe con nosotros.
La interacción puede ser un comentario, una pregunta, una sugerencia, el hecho de compartir la pequeña pieza de vídeo que hemos creado e incluso una crítica. Estas interacciones serán las que permitan al centro de formación permanecer siempre en escena dándose a conocer al resto de usuarios.
Trazar un nuevo enfoque dentro del negocio
Por último pero no por ello menos importante, hay que tener en cuenta que el enfoque dentro del negocio tiene que cambiar. No puede ser otra manera si vemos la tendencia que está tomando todo.
Ya no se trata de crear un contenido en formato texto en el ques e hable de las bondades y de los beneficios que tiene cursar una de nuestras formaciones. Ahora se trata de ir un poco más allá. De hacer que esos estudiantes que están al otro lado del dispositivo móvil sientan curiosidad por nosotros y que quieran conocernos. De ahí la importancia de que todos dentro del centro de formación remen en esta dirección.
Perseverancia y paciencia como pilares fundamentales
Pero claro, todo esto no es sencillo. No se trata de crear un vídeo de unos segundos de duración y esperar que los clientes, o la fidelización de los mismos llegue a manos llenas. Hay que probar, experimentar con distintos formatos, con distintas personas y con distintos puntos de vista.
A partir de ahí, eso sí, habrá que tomar muy buena nota para explotar al máximo aquellos aspectos que han tenido éxito. Sin lugar a dudas este paso será un punto de inflexión del que no hay retorno.