En un momento en el que las redes sociales y las plataformas de streaming parecen las que mandan, hay que decir que un contenido bien escrito puede ser un arma clave a la hora de convertir alumnos.
Sin embargo no sirve cualquier cosa. El contenido que crees para el blog de tu centro de formación debe tener unas cualidades muy concretas. De lo contrario no solo no convertirá sino que pasará sin pena ni gloria entre los cientos de miles de millones de contenidos que hay a día de hoy en internet.
Las 5 cualidades de un contenido que convierta
Seguramente puede haber más factores a tener en cuenta. Sin embargo, vamos a centrarnos en los más importantes y en los que nos van a ayudar a marcar la diferencia.
El contenido tiene que ser único
Esto es algo que puede parecer evidente pero no lo es tanto. Con la palabra único no solo nos referimos a que no puede ser una copia de otro. Con este término nos estamos refiriendo a que el contenido debe tener nuestro sello. Nuestra personalidad.
En un ámbito en el que los contenidos se cuentan hasta casi el infinito tenemos que tratar por todos los medios que seamos reconocibles. Solo de ese modo estaremos abriendo el camino a la conversión de los alumnos.
La importancia de la estructura del texto
No hay que complicar la vida al lector. Así de claro. ¿Te imaginas un alumno, el cual, por cierto, no tiene tiempo para mucho, entrando a tu blog y encontrándose un texto de 3.000 palabras sin ninguna estructura?
En efecto. Seguramente tarde dos segundos en salirse del mismo y buscar otro centro de formación.
Pues esto es lo que tenemos que evitar por todos los medios. ¿Cómo? Haciendo que su lectura sea lo más sencilla posible.
- El lenguaje empleado, aunque culto, debe ser sencillo de entender.
- No interesa que las frases y los párrafos sean largos. Puedes dar la sensación de tedioso.
- Intenta incluir subtítulos y listas de elementos. Eso hace que el contenido sea mucho más dinámico.
- Incorpora imágenes, vídeos o infografías con información adicional.
Gracias a estos elementos la lectura será más sencilla y no importará tanto que la extensión del texto sea muy larga.
Aportar valor es clave
Por supuesto. No importa de lo que hables. Tienes que hablar bien. Tienes que contar algo que no sea lo que se puede encontrar en otro de los miles de millones de blogs que ya hay.
Esto se consigue invirtiendo tiempo en investigar sobre el tema. Un tiempo que si no se tiene se tiene que delegar en un experto. De esta manera a los alumnos les generarás más confianza con este tipo de textos.
Tienes que dar respuesta a las preguntas de tus alumnos
Actualmente Google casi más que un buscador es un respondedor. No hay más que ver las búsquedas que se hacen. Suelen ser del tipo ¿qué es…? ¿Cuánto cuesta…? Y así un largo etcétera.
Todo esto no hace otra cosa que obligarnos a crear contenidos en los que respondamos a esas preguntas. Y tenemos que responder sin dilación. Rápido. En las zonas más altas del texto. Unas respuestas que tienen que ir acompañadas de respuestas a otras preguntas que estén relacionadas con esa pregunta principal.
Querer saber más por parte del alumno
Pero tampoco se lo tienes que dar todo hecho. Ten en cuenta que lo que queremos es que el alumno termine por convertir. Que se matricule en nuestro centro. Que adquiera un curso. O que nos deje su correo electrónico.
Es por ello por lo que una vez que hayamos respondido a todo lo que necesita saber tenemos que intentar que siga con nosotros. Para ello nada mejor que dejarle algunos cebos suculentos.
- Más información gratuita a cambio de su correo electrónico.
- La posibilidad de descargar un pequeño curso gratis sobre ese tema para que termine por comprar el curso completo.
Aunque estos son dos recursos hay muchos más. En las necesidades de tu centro de formación y en el enfoque que le quieras dar a tu estrategia estará la clave. Solo tienes que probar y experimentar con diferentes alternativas. Solo así es como podrás lograr textos que convierta alumnos.