Venciendo la titulitis: cómo afrontar la objeción de no tener un título oficial en el discurso de ventas
En nuestra sociedad, la “titulitis” sigue siendo un tema candente a la hora de elegir un centro educativo. ¿Realmente aportan más las formaciones oficiales que los títulos propios? ¿Cómo se supera la objeción de contar con un título propio en el discurso de ventas?
El Mercado Laboral ha Cambiado. ¿Se Han Quedado Atrás las Universidades?
La evolución del mercado laboral ha sido vertiginosa, sobre todo en sectores más técnicos como el marketing digital, la ciberseguridad o el desarrollo de software, por mencionar algunos. Este hecho obliga a los centros educativos a adaptarse rápidamente a las demandas de las empresas para poder formar a profesionales competentes, lo que ha abierto la puerta a nuevas escuelas y programas formativos.
A diferencia de las universidades tradicionales, estos centros no se ven atados por estructuras rígidas o procesos burocráticos que ralentizan su capacidad de adaptación. Esto les permite diseñar programas que huyen de teoría prescindible y que se ajustan mucho mejor a lo que las empresas realmente buscan: profesionales que tengan las habilidades técnicas necesarias, conocimientos prácticos y una mentalidad abierta al cambio.
La experiencia y habilidades valen más que un título
Muchas empresas hoy en día no ponen tanto énfasis en un título oficial como en la experiencia y las competencias técnicas que hayan adquirido los profesionales durante su formación.
En mi trabajo como consultora de marketing educativo, he visto cómo muchos centros se enfrentan al reto de comunicar a sus potenciales alumnos el valor de una formación no oficial. La tentación de criticar la educación formal es grande, pero esta no es la estrategia correcta. Más que confrontar, estos programas deben destacar el valor tangible que ofrecen.
En muchos casos, los centros con títulos propios están en contacto directo con los responsables técnicos de las empresas y actualizan constantemente sus temarios a nuevos softwares, metodologías y softskills.
El precio de la ‘Titulitis’: pagar por tener una formación universitaria
Algunos centros educativos privados temen no ser considerados formación superior por lo que, en algunas ocasiones, optan por asociarse con universidades que les prestan su nombre (por una cuantiosa comisión) para que sus programas sean universitarios. Lo único que se consigue con esta estrategia es encarecer la formación sin ningún tipo de valor añadido para el alumno.
Además, esta asociación no implica que el título sea oficial, ya que es un título propio de la universidad.
Las empresas valoran un título, pero valoran aún más a los profesionales que puedan resolver problemas, manejar tecnología emergente y aprender de manera continua. Las habilidades blandas como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la creatividad también juegan un papel cada vez más importante.
Escuelas Innovadoras: Una Alternativa Viable
A lo largo de mis 20 años en el sector educativo, he visto surgir muchas escuelas que no dependen de la certificación oficial porque ofrecen una formación altamente demandada por las empresas. Cuentan con directores académicos muy perspicaces que han sabido detectar la carencia de ciertos perfiles en el mercado laboral y han diseñado programas a medida para cubrir esta necesidad.
De hecho, tal es la brecha entre la educación formal y las expectativas de la industria que cada vez es más frecuente que las grandes empresas tecnológicas colaboren con centros educativos para crear programas específicos adaptados a sus necesidades y así acceder a los profesionales cualificados que necesitan.
Estas escuelas profesionales son capaces de proporcionar a los alumnos exactamente lo que necesitan ahora para destacar. Además, normalmente, los docentes de estas instituciones son profesionales en activo, lo que aporta una perspectiva mucho más realista y cercana de las necesidades del mercado.
Formación Práctica: El Futuro de la Educación
Para los centros que ofrecen másteres no oficiales, el mensaje debe ser claro: la flexibilidad y la orientación hacia la práctica son sus puntos fuertes.
Por poner un ejemplo: no es lo mismo mostrar qué funciones tiene un software (lo que se conoce como botoneo) que aprender una metodología para usarlo, practicar hasta llegar a nivel experto y saber utilizarlo en diferentes situaciones en un entorno laboral real. Esto es lo que valoran en las empresas.
Si tienes un centro oficial que ofrece un título propio, no te enfoques en lo que te falta, sino en en lo que tú sí tienes y ellos no: una educación conectada con la realidad del mercado.
¿Tienes un centro con titulaciones no oficiales y te gustaría que te ayudáramos a tu equipo de ventas a vencer objeciones como esta para impulsar tus matrículas? En Scire Mk, contamos con profesionales especializados en ventas para centros formativos que pueden ayudarte. ¡Contáctanos!
Hakima Castro,
Especialista en Ventas para el Sector Educativo